sábado, 20 de agosto de 2011

The Winter Day


Traigo perdido un día de invierno que afanosamente busco entre los escombros de cada primavera... La naturaleza cruel nos azota cada año con lo mismo. No entiendo porque después del invierno sigue esa absurda primavera. Después del invierno lo natural es que le siguiera otro otoño, y luego otra vez otro invierno... Quizás una primavera cada cuatro años no estaría nada mal, quizás hasta que existiera el verano no sería demasiado descabellado... ¿porque no un trato? Cada cuatro años una primavera y cada seis un verano...

Y así traigo ese día perdido y que no encuentro y que muchas veces me pregunto si no será ese día el nudo que se me hace en la garganta de vez en cuando cuando lo recuerdo... no se habrá atorado ahí, por eso no lo veo?

Como sea, no es sano que venga la primavera a descomponerlo todo, porque muchas veces, justo cuando creo que estoy a punto de encontrarlo, me salen con que la primavera ha llegado... Y así a esperar hasta que pase la mansa primavera, el aburrido verano, el ansioso otoño y pueda de nuevo hurgar por mi día perdido, siempre con prisas, pero con sigilo, porque la experiencia me ha hecho cauteloso y sé que los inviernos no duran lo que debieran, y que me tengo que apresurar...

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