jueves, 21 de noviembre de 2013

The Evpatoria Report - Taijin Kyofusho

Desolación


La mirada se me va hacia un vacío sin dimensiones. Aquí dentro te desprendes de mi para siempre, como un módulo que se arranca a si mismo para viajar por los oscuros espacios con otras esperanzas de tripulaciones, otros sueños combustibles. Desprendida de mi, tu voluntad se aleja y el espacio se abre hacia todos lados sin que podamos asirnos de nada. La nada habita aquí dentro y nos envuelve un remolino desesperante... Las luces de nuestros ojos se congelan miles de grados bajo cero y el silencio se expande. Todo se expande y se hunde en un hueco sin superficies.

La voz de todos los radios, se aleja. Difuminada esta alma observa los destellos fríos en todas direcciones y suelta las amarras de todo aquello que la sostiene. Nadie verá nuestro último rostro, ni sabrá de nuestro último suspiro: exhalación que se ahogará rodeada de silencio. Absoluto silencio.

La distancia crece y tu modulo palpitante se aleja lentamente.

Por siempre escucharé tu eco resonar en estas cavidades de mi alma que se expanden y consumen toda luz, todo brillo y toda razón.

Pausas inagotables que rasgan nuestros espacios en formaciones nebulosas y sangrantes. Ni tu ni yo caeremos nunca, perdimos los rumbos y aquí fuera de nuestro mundo no existen mas coordenadas trazadas por furias y deseos ni mas superficies vastas e inagotables. Aquí solo yace el espacio que se expande infinitamente en todas direcciones y como una boca que nos traga involucionamos hacia la nada, hacia el estado primigenio de la devastación.

Giraré eternamente en rizos de vacío. Me revolcaré infinitamente en huecos que se abren y bocas que me tragan sucediéndose una detrás de la otra, la siguiente cada vez mas grande y oscura que la anterior.

Con mi mano digo adiós sin girar la vista al espacio que se abre entre nuestras uniones. Cronometro en mano, el ultimátum de la no salvación fue lanzado a mi rostro. La descomposición de todo comenzó con una palabra que habita desde ahora el espacio y nos acompañará siempre a donde vayamos. Mi alma no opera a la voluntad de tiempos marcados, se ciñe únicamente a un solo tiempo que aún viaja en el espacio como un mensaje por decodificar. No hubo tiempo para nada, no hubo paz que pudiera extinguir los tiempos de tu marcha ansiosa y estrepitosa y como programado, el desastre se avecina. Lo veo suceder mientras quedo para siempre, eternamente, flotando en la desolación.