sábado, 31 de diciembre de 2011

Joy Division - Love Will Tear Us Apart

Emigrar


Frío en las venas cavas de añejados sueños y la sequedad de la boca que continúa con sed. Esta no es sino la estela de un año maldito que arrastraba cadenas en los pies, de un año que arrastraba la incontenible marcha del tiempo, que dejaba pedazos de horas, restos de la lepra del tiempo. Este no fue el mejor tiempo para que intentáramos ser audaces.

Ya no hay años incontenibles y desbordantes de rosa y azul, solo el morado de las noches que llenó de brillos las estrellas, la sal seca de cada llanto que cuece la carne de nuestras mejillas, que arde, que seca nuestras esperanzas y que al final, ambos tenemos destrozadas las plantas de los pies que ya se hartaron de andar, de buscar el camino, de pisotear la espera y su fe. Ya no hay respeto que nos una ni queda ya nada por salvar. El agua del pozo se ha agotado demasiado pronto y todas nuestras palabras se mudaron a otro pueblo, no nos dijeron ellas donde, para que no fuéramos a buscarlas ya nunca jamás.

Así, al final nos quedamos solos con solo nuestras manos y sin palabras. Dentro de poco, con menos miradas, y nos llenaremos de polvo y en nuestros sueños nos mudaremos a un pueblo nuevo y sin frío en las venas cavas de nuestros tintos corazones, barrica carne de roble que fuerte late y no se rompe, eso son nuestros corazones. Brindaremos mañana por esto que ya se ha ido, por esto que va dejando pedazos de si lastimosamente y escucharemos como el amor arrastra las cadenas a las que lo sujetamos para que no se fuera y que al final, se termina yendo. El tiempo dejará pedazos de horas leprosas en el suelo, horas que nadie ya querrá tocar.

Arrancaremos de nuevo esta masa, esta mole que se estacionó para nada, hecharemos a andar de nuevo la maquina de la vida, desbrozaremos los rieles y limpiaremos sus chimeneas. Partiremos cada uno sobre las vías férreas de nuestras necedades y obstinaciones que no supimos desmantelar, por diferentes caminos. Arrancaremos de nuevo pesadamente esta forma de vida, esta forma de ser, esta certeza de que las palabras no volverán y de que miradas, quedan ya muy pocas. Porque quizás este fué un año maldito para muchas cosas, para comenzar. Emigrar.

lunes, 19 de diciembre de 2011

The Saddest Of Nights


Muda la boca, sonríe. Ya no sabe como decirte que todo se torna demasiado gris para hacerlo llevadero, y las letras se le acabaron a mi lengua para decirte que así no es como tenía pintadas en mis cavernas las rupestres imágenes de la felicidad.

Callado en medio de las noches, permanecer rodeado de silencio, mudo, sin risas, sin miradas, sin escuchar nada más que el avance de las madrugadas y sus ruidos. Pasar la noche en vela imaginando historias, cosas, cualquier cosa que mate el tiempo mientras que mi brazo cruza por debajo de tu cabeza y permanezco en soledad. Cualquier cosa, hasta quedar dormido siempre cerca del amanecer.

A veces me platico a mi mismo acerca de los tiempos que no me tocó ver, de esos tiempos que desconozco pero que como se me antojan. Otras veces, me digo que todo está bien, que los latidos de mi corazón jamás habrán de detenerse, que jamás mi cerebro habrá de traicionarme durmiendo para siempre antes que yo. Las menos, me digo que este ruido imperceptible todas las noches no es el del cáncer que me corroe y yo sin saber...

Que corto es el tiempo, que mísera es la orden de que dure tan poco la vida. Que angustia me invade cuando escucho como el tiempo escurre como una gota de la llave que se tira... Se siente que en esa pequeña pero constante fuga, se escapa la vida. Una gota que cae y el segundero de mi reloj, son el ancla de mi insomnio. Que corta es la vida para pasarla con los ojos cerrados viviendo en mundos que no son este mundo. Si duermo, no sueño, o sueño poco. Ya me perderé en otros mundos cuando duerma eternamente.

No entiendo la calma de los que duermen, no entiendo la aceptación de las cosas con esa humildad y parsimonia. No entiendo como duermes mientras la vida se nos escurre de las manos, como segundo a segundo se fuga para siempre en instantes que nunca volverán. No entiendo la absoluta calma de tu respirar mientras vivimos a la expectativa de confiar que seguiremos aquí mientras ese pedazo de carne bestia que sólo late, no nos falle, no entiendo como no pasamos noches enteras viviéndonos y devorando el poco tiempo que nos han regalado, no entiendo como cierras los ojos y desapareces quien sabe donde, confiando en que ese intestino absurdo y enrollado que tengo por cerebro no se duerme antes y para siempre. No entiendo como no te despierta a media noche el corroer de un cáncer cualquiera que me invade.

No me gusta tu sueño. No me gusta porque es cuando no se donde estas verdaderamente. Y ya no sé como decirte, si cuando estés dormida o cuando estés despierta, que ya no sé como decirte que las noches me consumen y me asfixian, que es en las noches cuando suelo perderme y cavilar todas las cosas que hago siempre en mi vida, que son estupideces o locuras. Ya no sé como decirte que cuando me quedo mudo por las noches, en lo solitario, me vienen a la mente cosas, ideas que al corazón le hacen daño. Ya no se como decirte que es en las noches cuando mi alma se hecha a andar y que te saca ya mucha ventaja, que en tu andar del día, ya no la alcanzas. Ya no sé como decirte que soy como una barca vieja que se va cuando llega en las noches la Luna y se la lleva dentro la marea alta... Ya no sé como decirte que tu sueño es una puñalada.

Ya no se, de verdad como decirte en medio del día, que no entiendo como puedes dormir con esa calma confiando en que cuando despiertes, todo seguirá igual, que hay cosas que suceden cuando todo está en calma, que no entiendo como puedes dormir, como si estuvieras segura de que al despertar, no habremos, alguno de los dos, desaparecido para siempre...

martes, 13 de diciembre de 2011

Klaus Nomi "The Cold Song"

The Coldest Eyes.


Fríamente las manos se extienden a lo largo de las sombras, en medio de esta media noche que nos disuelve. Fríamente acariciamos los rostros besamos los deseos y caemos en cuenta de que nuestros rostros se encuentran ya demasiado cerca. A veces llego a sentir que el amor es el dolor del choque de las bocas, del dolor placentero de la caída al vacío de mi mirada, al pozo insondable de tu mirada. A veces, menos tal vez, llego a creer que el amor es solamente eso que nos sucede cuando no nos tenemos cerca.

Fríamente abordamos la noche y entre estas canciones de siempre, nos acariciamos, si, fríamente. Uno tras otro, los colores cambian y nuestras almas se iluminan como psicodelicas vías lácteas. Nebulosas de sentimientos encontrados hace poco, que nos hacen perder las órbitas de nuestros pasos. Como estrellas, giramos. Como estrellas, caemos y como estrellas, nos despedazamos. Como estrellas, también, apenas descubrimos que uno a otro, nos devoramos. Caníbal es a veces el amor cuando se acelera demasiado.

Fríamente caminamos por las cuatro esquinas y los siete pilares, tomados de la mano. Si el tiempo no jugara tan sucio, te llevaría lejos de aquí, para tener lo que necesito de ti, para decirnos cosas que sabemos jamás se harán verdad, para sentir que estas mas tibia que la última vez y esta vez, terminar lo que empezamos. Fríamente nos miramos y calculamos que no es suficiente este espacio. Vestida de rojo o de azul, te fugas siempre. Sin tiempo que me alcance para sostener tu mano.

Fríamente sabemos que llegamos, los dos, vaciados de muchas cosas, oscurecidos de otras tantas, apagados muchos sueños, raspados de inolvidables heridas. Sabemos que en la vida solo pueden subsistir dos cosas: Luz y espacio, y ninguno quiere ceder a la oscuridad un paso. Fríamente me dices que así no es suficiente, que prefieres el torbellino de la caída a la desolación de la calma, fríamente me dices que es lo que quieres. Fríamente se que es todo lo que puedo darte.

Fríamente nos miramos... Fríamente nos esperamos.