sábado, 20 de agosto de 2011

Through My Blood


Ya que navegas por mi sangre y conoces mis debilidades, y no te atreves a despertarme a mitad de la noche o cuando camino por los pasillos de tus sueños; ya que cabes en el hueco de mi mano y me escondes en el hueco de la tuya para que no me escape, para que no me recueste en las sombras; ya que eres mi paz, mi paciencia y mi furia, explícame:

¿Que diablos hago? ¿Porque te necesito? ¿Quien eres, muda, ciega, sola? ¿Quien te dio permiso para recorrerme, razón de mi pasión?

Ya que cruzas el pantano conmigo y los dos nos manchamos hasta la barbilla y festejamos porque el lodo sabe a rosas para los que aman; ya que me obligas a olvidar mi nombre y a pronunciar el tuyo despacio para que se vuelva el mío; ya que te has convertido en el aliento de las tardes, en el calor de las noches sin alma... No puedo pensar por cuenta propia, ya que eres la fractura de las madrugadas, la respiración en cada frase y la distancia entre mis ojos y los caminos por delante, dime: qué digo, en dónde te escondo para que nadie te encuentre, cómo es que ahora palpito.

Porque quiero llenarte solamente de mí y abarcarte (aún sin abrir los brazos). Y consumirte, acabarte, llevarte adentro y ser tú por fuera; comerme tus huesos y lamer tu piel con la devoción de un gato que se lava en una tarde de sol en la ventana, sin prisa. Porque quiero ser el mago que te parte en cinco y te une de nuevo en presencia de todos, las hojas de este otoño que te cubren, la tierra que levantas cuando corres y el trozo de pan que sopeas pensativa en quien sabe dónde.. Porque quiero mezclarme en tus cabellos y entrar más adentro que lo adentro, y ser parte de ti.

Ya que navegas por mi vida y conoces mis puntos flacos y mis comas tristes, y me duermes con tu aroma toda la noche cuando me recibes y aplastas los recuerdos para sobrevivir solamente tú, dime, ¿quien eres? ¿Que hago? ¿Porque te deslizas en mi saliva, porque me siento perdido si no te veo, porque secuestras mis ganas de darme por vencido? Dime, ¿como es que ahora te necesito?

Eres refugio, espada contra mi bestia interior. Y eres el fin de la memoria, el susurro que contiene la marcha de los recuerdos. Y eres, también, aliada contra el olvido.

Trataré que me trague la tierra, trataré que mi sangre quede regada y seca... Trataré de que la noche no me haga mas daño. Trataré... Si lo logro o no, no es importante, porque corres atravez de mi sangre.

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