lunes, 5 de septiembre de 2011

Silence


En medio de las noches, con los sueños ocultos en sonrisas pardas y la demasiada luz de la media luna, descubro un hueco que no se llena, un hueco que se oculta aquí dentro y que con el paso de los años, se vuelve mas huidizo, mas invisible. Ese hueco que me asalta una noche cualquiera brotando tan de repente siempre, poniéndome de este modo siempre. Borrando mi sonrisa siempre. Dejándome esta sensación de vació siempre.

Basta una canción, el dejo de mis manos sobre la noche, un brillo rojo de cigarro que arde encendiendo oscuridades, basta que tengas que callar porque no te entiende... Basta que el silencio arrastre todo lo que sientes llevándoselo para siempre.

Al pie de las cortinas de mi mirada es que caigo en esta hondonada del silencio, de las cosas que callo irremediablemente siempre, de aquello que solo yo parece que veo claramente y que tiene su dimensión exacta dentro de mi. Cuando dejo escapar apenas una silueta de su imagen, la silueta se recorta y no es aquello que deseaba mostrarte. Es entonces cuando sé que es en noches como esta el momento en que sabes de tu lejanía de las realidades ajenas, de todo aquello que jamás podré explicarte y siempre, siempre es sólo una canción quien me acompaña... Siempre irremediablemente.

Silencio es este hueco de todas las cosas que no se como mostrarte, de todas esas cosas que escapan de tus percepciones y realidades. La empatía de los días con las noches no se suceden en cadena y los eslabones de mis tristezas se riegan y se pierden. Y este hueco surge para querer tragarme. Es un silencioso hueco que no se como mostrarte y de poder verlo, en tu imaginación al menos, el horror quedaría plasmado en tus sueños, deseos y miradas. Porque cuando me inunda este silencio, no sabes como sujetarme...

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