lunes, 5 de septiembre de 2011

Electric Tears


No existe razón para una gota que se pierde en océanos de llanto, ni mendrugos de felicidad por limosnear a la vida. Con lo roto de la noche basta, con lo descompuesto de la sangre es suficiente, con los crujidos incesantes de la maldita memoria hay que darse por bien servido.

Cuando las manos que abres para dar se quedan vacías un solo día, sabes que estas solo en medio de la nada, que no hay otra mano que llene tu mano, ni ojos que levanten tu mirada por hoy. Sabes que siempre das, porque nada necesitas, hasta quedarte vacío y ese día, vives vacío, porque no hay calores que te llenen, porque no hay verdades que sacien tu inmensa sed de infinito. Porque tendrás que levantar del piso y revolcado en polvo tu corazón, para calzarlo de nuevo y hecharlo a latir. Porque siempre tienes que salir adelante por ti mismo, porque el día que tus manos se vacían, no hay mano que llene tus manos ni ojos que levanten tu mirada... Y sabes que beberás tus lágrimas solo.

Sólo quedan para ti los de siempre: Sonidos ruinosos, lágrimas eléctricas que alumbran tus rincones.

Y así, vas apagando las luces... poco a poco, antes de dormir...

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